La oposición venezolana se estrenó ayer en la nueva Asamblea Nacional —en la que ostenta el 40 por ciento de los 165 escaños— con la capacidad de expresión limitada y muy poco margen de acción, después de que el parlamento saliente haya mutilado el tiempo de debates y el presidente Hugo Chávez le haya
despojado de sus facultades legislativas. Durante 18 meses, Chávez gobernará a golpe de decretazos.
Aún así los diputados opositores se proponen frenar el «comunismo» que intenta imponer el mandatario y revocar sus leyes socialistas, aprobadas por la Asamblea saliente, defender la Constitución, la democracia, y trabajar por la economía, el bienestar y la prosperidad de los venezolanos.
Para alcanzar esos objetivos, la Mesa de la Unidad Opositora (MUD) —coalición que cobija a 17 organizaciones políticas que participaron exitosamente en las legislativas del 26 de septiembre— ha decidido aliarse a Patria Para Todos (PPT), otrora aliada del chavismo, y constituir un bloque opositor más fuerte en el nuevo parlamento.
La alianza entre la MUD y el PPT suma 67 diputados de la correlación de fuerza parlamentaria. Lo que nadie entiende es cómo la oposición que obtuvo 5.943.853 votos (52 por ciento) en las pasados comicios es minoría en la Asamblea y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que sacó 5.333.910 votos es mayoría con 98 diputados.
Trucos electorales
Son «trucos electorales de la república chavista», califica el director del diario «Tal Cual», Teodoro Petkoff, para quien la bancada oficialista no es más que una «jaula de focas rojas» y acusa al mandatario de «despojar al Parlamento de sus facultades legislativas» con la intención de «enmudecer y bloquear a la oposición».
La reforma del Reglamento Interno y de Debates del Parlamento restringió a cuatro intervenciones por mes a razón de dos derechos de palabra de 10 y 3 minutos cada uno para replicar. En Argentina y México los legisladores pueden debatir media hora por turno individual.
En la instalación del nuevo Parlamento la bancada chavista, vestida de rojo, trató de imponerse con gritos y puños en alto al tiempo que exclamaba: «Somos mayoría con Hugo Chávez». Al tiempo, la bancada opositora respondía con un: «Somos el 52 por ciento». Alrededor del Parlamento, chavistas y opositores también se manifestaron de manera pacífica para apoyar a sus diputados.
Antes de la jura del nuevo Parlamento, Chávez solicitó a la Asamblea saliente la aprobación de la Ley Habilitante que le confiere poderes especiales para legislar mediante decretos hasta mediados del 2012 con lo que cual busca reelegirse en el cargo por tercera vez.
De manera acelerada en las últimas tres semanas, la Asamblea oficialista aprobó más de 20 leyes orgánicas de carácter muy controvertido, que la oposición rechaza como «paquete cubano comunista», y que configura el nuevo sistema económico, político y social. Entre las leyes aprobadas, figura la de censura en los medios de comunicación, internet y redes sociales; la de comunas, que desplaza a las alcaldías y gobernaciones; la de economía local; la de bancos, que permite nacionalizar y expropiar la banca privada; la de partidos, que prohíbe y castiga a los diputados que cambien de organización política; y la que prohíbe la financiación externa a las ONG y partidos. Todas estas leyes serán caballo de batalla de la oposición en la nueva Asamblea de Venezuela.
También había una polémica ley de universidades que buscaba imponer el pensamiento único. Finalmente, y ante las amenazas de los movimientos estudiantiles, Chávez anunció su renuncia a poner en marcha la ley universitaria, al igual que el aumento del IVA.
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